Hoy me duele la cabeza, hasta tal punto que creo que va a estallar. El frio hace mella en cualquier sentimiento que intente mostrar. Es complicado intentar buscar el camino tras tan dura tempestad, es complicado seguir mis huellas cuando las he querido borrar. El camino parece enterno, para poder reparar el daño hecho. Se hace interminable cualquier paso que das, cuando solo, sientes que vas a caminar. Pero me he dado cuenta, aunque crea que lo he perdido todo, que me encuentro solo, que tengo muy buenos amigos. Amigos que estan dispuestos a sacrificarse por encontrar el camino para mi regreso. Amigos que se arman hasta los dientes de compresión, paciencia y mucho cariño. Amigos que me han abierto los ojos, los que estaban más cerrados, más ocultos a la evidencia. El camino aunque tortuoso, sera mi penitencia, por haber saltado, sera la mayor prueba de mi vida. La que he tirado por la borda y en el último momento, mis amigos han logrado de rescatar con un salvavidas.
Respiro hondo e intento no pensar. No vale la pena recordar más, el daño hecho, las mentiras empleadas, no vale la pena arañar más a la poca sensatez que le queda a este madelman.
Nunca encontrare recompensa para mis pequeños aliados, los que sin saberlo, me han entendido, me han ayudado, aunque he pegado el salto. No me he marchado.
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